Desde la terraza en el techo de Hotel Casa de los Frailes, se despliega ante nuestros ojos un lienzo viviente de cielos estrellados y una panorámica que captura el espíritu de Oaxaca. Es un lugar donde la luz suave del atardecer acompaña los sabores exquisitos de nuestro café.
En las habitaciones de nuestro hotel, cada elemento está cuidadosamente elegido para envolverte en un abrazo de confort y elegancia. Al recostarte en la cama, con su cabecero de hierro que cuenta historias de artesanía clásica, te sumerges en una atmósfera de paz donde los detalles, como la suave iluminación que realza la orquídea blanca, invitan a la reflexión y al descanso profundo.
Caminar por este pasillo del Hotel Casa de los Frailes es un viaje en el tiempo, donde cada paso resuena con ecos del pasado y susurros de la historia que han permeado estas paredes. Las vigas de madera oscura contrastan con la luz tenue que se filtra creando un ambiente acogedor y sereno. Entre esculturas que guardan los secretos de Oaxaca y muebles antiguos que cuentan historias de siglos, cada huésped se convierte en parte del alma eterna de este lugar encantador.
Sean todos bienvenidos al Hotel Casa de los Frailes, donde cada rincón respira la esencia de Oaxaca y sus tradiciones. Al entrar, serán recibidos por guardianes de madera tallada, testigos silenciosos de nuestras historias y leyendas. Las columnas y escaleras de hierro forjado son el comienzo de su camino por este espacio que fusiona la calidez de nuestro país con el confort moderno.